jueves, 18 de octubre de 2012

#13o En todo el mundo....un ritmo global frente al poder financiero. (Fotos y documentos)

En todo el mundo.... Por un mundo para las personas y no para los mercados financieros...

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Una crónica de la manfestación en Huesca: "Estrépito ensordecedor contra la deuda de los bancos"

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Manifiesto 13 de octubre de 2012. Huesca

Movilización contra la deuda ilegítima y el poder financiero.


            Buenas tardes ciudadanas y ciudadanos y felicidades a todos, pues hoy día 13 de Octubre del 2012 cumplimos ya un año, un año desde aquella primera vez en que en cientos de ciudades de todo el mundo, se unieron en su protesta contra las desigualdades y la opresión de un sistema injusto y globalizado que pone los beneficios financieros por delante de las personas y que utiliza como excusa para tales fines el concepto de la deuda externa.

            Nos mienten con descaro, llegando incluso a llamarla deuda soberana, evidenciando de esta forma lo que ya sabemos...., que la constitución es para  ellos papel mojado, un mero cómplice circunstancial de su ficticia transición de una dictadura política a una dictadura económica ahora ya a nivel global. Pero a día de hoy estamos aquí para proclamar algo importante, el hecho de que ya no nos engañan con sus caretas, ya sabemos quiénes son y cómo actúan para consolidar su sistema, pues ya hace muchos años que dejo de ser el del pueblo por el que fingen preocuparse. Intentan dividirnos por motivos sociales, culturales, de procedencia, nos gobiernan a través del miedo, del terror. Desmantelan nuestra dignidad, amenazándonos con multas impagables, a riesgo de perder lo poco que tenemos.

            A través de los medios de comunicación distorsionan nuestra realidad, alienan nuestras mentes con banales necesidades, a las que nos agarramos con desesperación cuando la soledad del individualismo al que nos abocan nos ha rodeado. Nos obligan a creer que vivimos en democracia y que decidimos sobre nuestros designios al votar cada 4 años y al que discrepa lo apalean mediática y físicamente. Pero hoy cumplimos un año desde que el mundo entero grito basta ya. Ya sabemos que la deuda es un arma anti-persona y que apuntando con ella a los países más empobrecidos del hemisferio sur, llevan décadas controlando los recursos del planeta y como la nada que representa su codicia, apoderándose de todo, dejando a su paso un rastro de muerte y desolación y ya no aguantamos mas.

             ¡¡Debemos recuperar nuestra dignidad!! Podemos recuperar lo que nos hace humanos en el concepto no animal de la palabra. Necesitamos vivir con esperanza, sin miedos, sin odios, sin sangre derramada por petróleo. Necesitamos devolver el significado a las palabras que nos permitan redefinir nuestra realidad: compromiso, amor, soberanía, honradez, política, solidaridad, ideología, coherencia, sociedad, ciudadanía, auto-crítica, y tantas otras más, que de intentarlo pasaríamos la tarde entera recitándolas.
            Pero también nosotros somos parte de este sistema en mayor o menor medida, somos de hecho su pieza más importante, su fuerza motriz.  Hemos crecido en un entorno inducido, en el que su máxima es, que aquel que no se adapta al sistema se convierte en un desecho social, en un paria, en alguien que merece ser golpeado y reprimido a la fuerza cuando protesta por la injusticia a la que es sometido y para ello, el sistema se vale de su estructura de poder basada en el dinero.

            Es por esto que se vuelve imprescindible en esta situación, el dar un paso más hacia nuestros derechos. Hacer un acto reflexivo sobre cómo cada uno de nosotros podemos hacer algo más para dejar de mantener a este sistema que ya no es el nuestro, pensar sobre cómo cada uno de nosotros podemos emprender nuevas acciones diarias en nuestro entorno inmediato, que debiliten su estructura económica, sus canales de desinformación y que a su vez que refuercen las ideas y gestos que progresivamente nos lleven hacia el bien común que nosotr@s decidamos de manera soberana.

            Algunos dicen que estamos acorralados, que no tenemos otra alternativa, que nos obligan los mercados, que se interponen en sus voluntades políticas como si fueran un ente ajeno, intocable, todopoderoso y nos quieren hacer creer, que nosotros mismos hemos deslizado en nuestro cuello la soga que nos ahorca y que por eso debemos de morir en silencio.

             Nuestro Estado depende excesivamente de quienes viven de su trabajo, de quienes menos tienen, a quienes gravan de forma desproporcionada y abusiva en comparación a las rentas más elevadas, en relación a las grandes fortunas de España, dándoles así tremendas ventajas a la hora de perpetuar su oligarquía. También somos conocedores de que el problema no es en si el endeudamiento de los bancos, sino la desastrosa gestión fiscal, económica y laboral que nuestros supuestos representantes realizan, creando e imponiéndonos leyes que conviven perfectamente con la usura, y la delincuencia de traje y corbata, y que nos ha sumido en un déficit cada vez mayor del PIB.

            Nos encontramos así de esta manera, inmersos en un proceso político-económico, que de no corregir su rumbo, nos aboca a la más absoluta de las ruinas como país y como ente democrático. Conocemos otras experiencias de otros países como Ecuador, Brasil, Argentina o Islandia que haciendo frente a la deuda externa de diferentes maneras han solucionado ese problema eficazmente y a día de hoy su economía se recupera, en base a decisiones soberanas y a la voluntad de algunos gobernantes de asumir la responsabilidad depositada en sus manos, sin aceptar patrones impuestos de ningún ente externo.

            Esta deuda es una deuda ilegitima, pues se produce un endeudamiento en nombre del pueblo para satisfacer las exigencias de una oligarquía egoísta y autoritaria. Los servicios sociales y los derechos, no deben verse mermados para favorecer el beneficio económico.

            Entre los mayores poseedores de la deuda pública española está la propia banca con sede en el territorio nacional y esta a su vez debe mucho más al Banco Central Europeo y otros bancos extranjeros. Así pues exijamos a los acreedores, que dejen de especular con la deuda de su país, enriqueciéndose con su empobrecimiento. Exijamos que la crisis se asuma desde las dos partes, no unilateralmente por nuestras arcas y pidamos con firmeza, que no se antepongan los derechos y libertades de ningún ciudadano del mundo, para satisfacer la avaricia de unos pocos.

¡No a la deuda ilegitima!


¡Ni un euro más para los bancos!
¡¡No debemos, no pagamos!!

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Leído en Huesca: Texto introducido en la reforma exprés de la Constitución española, sin referéndum, aprobada el 30 de agosto de 2011, que expone en su artículo 135.3:

“Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta.

En otras palabras: el pago de la deuda será prioritario; cada euro que entre en tesorería tendrá que ir destinado prioritariamente a pagar la deuda y sus intereses -en detrimento de sueldos, pensiones, prestaciones y cualquier tipo de gasto social- hasta que no se haya cubierto totalmente dicho importe.

L'Aínsa
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Manifiesto de Madrid, base del leído en Jaca.

Manifestamos nuestro rechazo al pago de una deuda ilegítima y odiosa, que no es nuestra y que ha sido contraída contra los intereses de la mayoría de la población. Más del 80% del total de la deuda española es deuda privada, principalmente en manos de la banca y las grandes empresas, que la han generado obteniendo por el camino enormes beneficios de los que no han hecho partícipes al conjunto de la población.

Con las ayudas del estado a la banca, 215 mil millones de euros hasta junio de 2012, a los que hay que sumar los 100 mil del nuevo préstamo europeo, esta deuda privada se está convirtiendo en deuda pública cuyo pago se nos impone a tod@s con recortes y privaciones. Estas ayudas, sumadas a los 412 mil millones que la banca ha recibido del Banco Central Europeo, no están sirviendo para reactivar el crédito a empresas y familias como nos dice el Gobierno. ¡Mentira! El dinero que se nos quita de nuestros servicios públicos y prestaciones sociales, y que nunca será devuelto, está siendo utilizado para tapar sus agujeros, para que la gran banca haga negocio y para que sigan especulando en los mercados financieros generando más inestabilidad global.

Las políticas de reformas, recortes y privatizaciones que se aplican en España y otros países son previamente pactadas por los gobiernos en el marco de los tratados europeos (Pacto del Euro, Pacto Fiscal, etc.) que se firman de espaldas a la población. Son los propios gobiernos los que legitiman la imposición por parte de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de programas de ajuste macroeconómico que ponen a la ciudadanía y los estados al servicio de la banca y las grandes empresas.

En estos tratados ya se recogía la modificación de la Constitución para dar carácter prioritario al pago de la deuda por delante de cualquier otro gasto público. Ahora, el nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) impone la brutal condicionalidad que tendremos que aceptar bajo el control directo de la troika por un “rescate” que se dedicará a pagar una deuda que no es nuestra.
Esto ya ha pasado antes, no es nuevo. Las políticas que hoy se nos imponen son las mismas que, bajo la denominación de “ajuste estructural”, se aplicaron hace más de 30 años en los países de la periferia. Con la excusa de la deuda se impulsaron recortes, privatizaciones, desregulaciones y liberalizaciones, se expoliaron los recursos naturales y se generó una importante crisis social y ecológica, siguiendo la misma lógica de convertirlo todo en mercancía con la que hacer negocio y obtener el máximo beneficio económico a corto plazo, para años después reconocer que “se había perdido una década”.

Frente a este ataque de las oligarquías financieras y empresariales, que se produce con la connivencia de gobiernos e instituciones internacionales, nuestra lucha no se puede limitar a defender los derechos y libertades ciudadanos logrados en las últimas décadas y que están siendo socavados por las actuales políticas “anti-crisis”; es imprescindible emprender una profunda transformación social, política y económica hacia un modelo justo y sostenible.

Por eso, el 13 de octubre saldremos a la calle a decir que esta es una deuda ilegítima y odiosa, y que no estamos dispuest@s a pagarla. Salimos a la calle a decir ¡NO DEBEMOS, NO PAGAMOS! Salimos a decirles que no aceptamos pagar su deuda, no a los recortes en sanidad, educación, prestaciones sociales y protección ambiental, no a las privatizaciones, no a las reformas laborales y el desempleo, no a los privilegios económicos, no a la especulación con la vivienda, no a los rescates y no a un Gobierno y una Unión Europea de la banca y las grandes empresas.

- Exigimos la moratoria en el pago de la deuda hasta realizar una auditoría ciudadana, y repudio del pago de toda aquella deuda que resulte ilegítima por no haber repercutido en beneficio del conjunto de la población.

- La determinación de responsabilidades civiles y penales a los gestores políticos y económicos que han generado la deuda ilegítima.

- La creación de una banca pública, bajo control social, al servicio de las personas y la sociedad y no sometida a otros intereses que los generales.

- La redistribución de la riqueza por medio de un sistema fiscal progresivo y justo que grave más a quien más tiene, y la persecución del fraude fiscal, así como la prohibición de operar en paraísos fiscales hasta conseguir su cierre.

- El cese inmediato de privatizaciones y recortes, y el desarrollo de unos servicios públicos suficientes que garanticen la cobertura de las necesidades de toda la población.

- La regulación inmediata del mercado inmobiliario para acabar con la especulación de un bien de primera necesidad, el establecimiento de la normativa legal que ampare a las personas que necesiten acogerse a la dación en pago, así como la moratoria de los desahucios y la reconversión de pisos hipotecados ejecutados y pisos vacíos para el establecimiento de un parque público de viviendas en régimen de alquiler social.

- La anulación de la reforma laboral y la creación de un nuevo marco laboral que proteja los derechos de las personas trabajadoras. La implantación de salarios mínimos y rentas básicas que permitan cubrir sus necesidades a toda la ciudadanía, así como el establecimiento de salarios máximos.

- La derogación de los tratados y pactos que constituyen la Unión Europea de las grandes empresas y bancos, así como la construcción de una Europa social y democrática.

Estas y otras exigencias son alternativas viables que benefician al conjunto de la población, pasos hacia un nuevo modelo al servicio de las personas. No se aplican porque los gobiernos, instituciones, bancos, grandes empresas y fortunas solo miran por sus propios intereses, contrarios a la democracia y la ciudadanía.

Sabemos que la lucha es el único camino. Sólo desde nosotr@s mism@s, desde nuestras luchas y reivindicaciones se puede generar el cambio, con el que demos un viraje absoluto a los modelos políticos y económicos que se nos imponen. Es el momento de unir todas las luchas en una, de salir a la calle a pelear por un mundo mejor que ponga en el centro la solidaridad entre las personas y los pueblos, la igualdad, la justicia social y ecológica, los derechos humanos y la vida.


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